
La historia no era así
Con una técnica sobresaliente, La historia no era así logra hilvanar tres historias de hombres que carecen de cualquier épica masculina. Todos están marcados por un signo trágico y comparten el mismo nombre: Hugo Forno.
El primero: un niño de doce años que en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, es forzado a defender, fusil en mano, su ciudad: Roma. El segundo: un adulto mayor que vive solo en un pequeño departamento, dedicado a construir aviones de plástico. El tercero, el narrador, que se ve obligado a cuidar de su padre y en el medio, repasa, la transición chilena que dejó a toda una generación consumida en la amargura.